Páginas

viernes, 18 de diciembre de 2009

SOBRE UN CURIOSO VIDEO

Curioso y clarificador vídeo que me envían, con el comentario de "... y se quedan tan anchos".
Pues si: tan anchos y tan convencidos. Porque tienen razón y lo saben. Tienen razón en que ellos -los musulmanes- tienen fe, y los teóricamente católicos o cristianos no la tenemos ya. Tienen razón en que ellos están seguros y no ceden en sus seguridades por una chorrada de pijoprogresismo tolerante y bobo. Y, por lo tanto, tienen razón en que su religión musulmana será la única dentro de unas décadas, si es que el plazo da para tanto.
Y tienen razón en que, pensándose en posesión de la verdad, no pueden permitir que otros prediquen lo que para ellos es falso. Y, o aprendemos y correspondemos en la justa medida, o ya nos podemos ir comprando la chilaba y los zaragüelles -de moda, por cierto, esta temporada, y se pensarán que es el último berrido de la modernidad las imbéciles que los usan-, o podemos irnos dando por carne de perro infiel, decapitable a la mayor gloria de Alá y en merecimiento de las huríes.

SOBRE LA POLITIZACIÓN DE LA INEFICACIA.

Cuenta 20 Minutos -edición papel de Madrid, pág 2- que la sanidad madrileña es de las más denunciadas en España. Cuenta una serie de casos de negligencia -de los que ya dieron cuenta en su día los periódicos, radios y televisiones-, y recoge las principales quejas de los pacientes, entre las que figuran en lugar destacado las pocas ambulancias y la lentitud de este servicio.
Y doña Esperanza Aguirre comunica -ante la memoria presentada por una asociación privada denominada El Defensor del Paciente- que no le sorprende porque dicha asociación está "muy próxima" a un partido político.
Esta declaración -y usted, señora Aguirre, dispense la forma de señalar- es de un cinismo atroz. Y le cuento los porqués:
 
- Paciente de 92 años; fisura en un hueso del pié; hora y media esperando la ambulancia para el hospital; atención en urgencias inmediata y correctísima en cuanto a las pruebas y el escayolado correspondiente; cinco horas esperando ambulancia para el retorno a domicilio.
- Paciente de 92 años que, a consecuencia de demencia vascular, sufre ataques epilépticos esporádicos. Comienzo del ataque a las 21 horas, y llamada a urgencias inmediata. Llegada de médico a las 23 horas, que recomienda traslado a hospital. Llegada de ambulancia a la 1 del -ya- día siguiente.
- Paciente de 93 años, con ataque de demencia vascular grave, lo que implica violencia extrema, agresiones, intentos de suicidio... Llamada a urgencias a las 15 horas. Llegada de médico a las 17 horas. Llegada de ambulancia -pedida por el médico a las 17,15- a las 19 horas.
- Paciente de 89 años, inflamación de rodilla que impide movimiento. Llamada a urgencias a las 9 horas. Llegada de médico a las 10 horas. Llegada de ambulancia a las 10,30. Ingreso en urgencias a las 11 horas. Atención médica a las 12,30 horas. Pruebas, espera de resultados y actuación correspondiente, hasta las 17 horas. Espera de ambulancia para regreso a domicilio hasta las 18,30 horas.
 
Y esto, señora Aguirre, no son manipulaciones informativas de ninguna asociación contraria a su partido, sino cosas ocurridas entre los años 2008 y 2009, en mi entorno familiar. Tampoco son cosas que me invente ahora para escribir este artículo, y si lo considera necesario hay varios testigos de que ya lo comenté, cada cosa en su día, entre amigos y camaradas.
En suma, señora Aguirre, bájese del pedestal donde su soberbia la ha colgado; deje de atrincherarse en que toda crítica es política, y entérese de lo que pasa en el mundo, fuera de la política. Es decir: en el mundo de los que pagamos su sueldo, ese que ya quisiéramos muchos, aunque a usted no le llegue a fin de mes.